Publicado originalmente en: http://cienciacosmica.net/la-cooperacion-de-los-angeles-con-la-humanidad/
Para guardar y alimentar la
naturaleza espiritual de la humanidad, y para ayudar al desenvolvimiento de la
chispa interna de divinidad dentro de la llama de maestría consciente, la
hueste angélica fue enviada hacia la Tierra, para permanecer al lado de la humanidad,
radiando el amor, la fe, la voluntad del Padre dentro de la atmósfera y aura de
la conciencia Divina y evolucionante en cada hombre.
La Hueste Angélica estaba bajo la
dirección de los siete Grandes Arcángeles, quienes vinieron desde el Sol Central
de nuestro sistema, y permanecieron dentro de nuestro Sol físico hasta que los
Elhoim hubieron preparado los planetas los cuales iban a estar a su cargo desde
la sustancia de luz primordial y sin forma del cuerpo de Dios.
A la hueste angélica, por medio
de la asociación con la humanidad y el reino elemental, le fue prometido que
ellos, en un momento, podrían alcanzar el estado de Arcángeles y convertirse en
poderes guardianes, en sistemas de mundos todavía no nacidos de la conciencia
de futuros Señores Solares.
La obediencia a Dios, el creador
de todo bien, es la naturaleza de la hueste angélica. La absoluta fe en el
“completo poder” de Dios para hacer los así llamados “milagros”, es su
sentimiento.
Por respeto al libre albedrío
elegido por los individuos encarnados sobre la Tierra los atraen sólo aquellos
que pueden creer en ellos, los aman y desean servir con ellos. Su innata
cortesía no les permite actuar en los mundos de aquellos que los rechazan.
Así, un aumento de la conciencia
de su presencia y una demanda siempre en expansión de su asistencia es un muy
poderoso magneto que los atrae cerca de la gente de la Tierra, y
particularmente, a esos que desean tener un contacto consciente con su radiante
presencia.
Entre sus muchas y diversas ocupaciones,
es sabio para el Chela desarrollar en la conciencia de aquellos que vienen
dentro del compás de su esfera personal de influencia, un conocimiento
consciente de estos invisibles (para el humano) pero poderosos ayudantes. Esto
puede ser hecho más eficazmente cuando el Chela mismo ha aceptado en sus
propios sentimientos la existencia y presencia de los ángeles aquí.
El desarrollo de tal convicción
de la presencia y realidad de la hueste angélica puede ser activado
individualmente en los sentimientos de los Chelas sinceros; pensando en la
hueste angélica, invitándolos a asistirlos, contemplando sus retratos y,
generalmente, impregnando conscientemente la conciencia externa con las
palabras, instrucción y radiación de los ángeles.
Cuando el Chela se ha probado a
sí mismo, sin ninguna duda, que la hueste angélica es real, entonces el aura de
ese Chela forma una positiva presión de convicción de la presencia de los
ángeles, dentro de los mundos de aquellos que él contacta de vez en cuando.
Cuando un Chela está dudoso en
cuanto a la realidad de la hueste angélica, todos sus esfuerzos para convencer
a otros de menor luz de la realidad de los ángeles, tendrán poco efecto sobre
las conciencias de aquellos que son escépticos e incrédulos.
La humanidad, en masa, es
influida mayormente por los sentimientos de aquellos a su alrededor. Por lo
tanto Nosotros les pedimos hacer de la hueste angélica sus diarios compañeros y
así, a través de sus sentimientos de su realidad, ustedes harán mucho para
ayudar en el restablecimiento de la asociación espiritual entre la hueste
angélica y la humanidad.
¡PRUEBEN! No a través del
esfuerzo de la voluntad humana, sino por el muy grato ejercicio de practicar,
mediante sus propios pensamientos y sentimientos, para lograr la aceptación de
esos seres angélicos de manera que puedan venir dentro de sus auras, hogares,
mundos y asuntos. Así ustedes sirven al Maestro Ascendido Saint Germain, cuya
asignación es la unión de los reinos de los ángeles y los hombres en esta Nueva
Edad Dorada que El está destinado a exteriorizar. ¡La hueste angélica es un
real gozo para Mí porque su naturaleza es la OBEDIENCIA AMOROSA a Dios y a sus
mensajeros, en todos momento!.
Entre los ángeles nunca hay los argumentos de
“razón” y “lógica” para causar vacilación y retraso en su servicio. Así tanta
energía es economizada y utilizada para el desarrollo y cumplimiento del plan
divino en cada esfera, en la cual ellos sirven.
Los ángeles saben que la voluntad
de Dios es el bien y se apresuran a llevar las “buenas nuevas” a dondequiera
que sean enviados a servir. Este es ciertamente un delicioso contraste para el
algunas veces mal dispuesto servicio de la humanidad, cuyas energías son
frecuentemente agotadas considerando los “pro” y los “contras” de cada
sugerencia hecha por los Grandes Seres, hasta que el momento cósmico del
cumplimiento pasa de largo y el servicio que pudo haber sido realizado se deja
sin hacer.
¡Dios bendiga a los ángeles!. ¡Yo los amo, a cada uno!
Porque la hueste angélica es tan
desinteresada, a menudo aquellos a quienes sirven no saben ni siquiera de la
presencia de sus benefactores y no pueden explicarse, incluso a ellos mismos,
el despertar del deseo de hacer la Voluntad de Dios.
La hueste angélica no está
interesada en el reconocimiento de su presencia y servicio, sino sólo con los
efectivos trabajos realizados, en despertar el alma hacia un deseo de expandir
las fronteras del reino de Dios. Así, muchos individuos sinceros quienes
reciben un “llamado a realizar la Voluntad de Dios”, se olvidan completamente
de la estimulación de ese deseo por los Ángeles del Amor.
Esto es igualmente cierto para
los individuos encarnados viviendo sobre la Tierra hoy. La humanidad, en masa,
no es capaz de conocer los designios de Dios para ellos mismos o para otros.
Ellos han caído bajo el grave error de “juzgar de acuerdo a las apariencias
humanas” y no son lo suficientemente pacientes ni amorosos para conocer el
motivo detrás de las acciones que algunas veces son expresadas torpemente por
un compañero.
Los ángeles del amor conocen el motivo detrás de todos los
esfuerzos y, dondequiera que el motivo es sincero, no teñido por el deseo
humano de ganancia y enriquecimiento personal, ellos se paran desinteresada y
amorosamente en el aura de esas personas, ayudándolas, siempre a cumplir sus
aspiraciones, sueños, visiones e ideas. Literalmente estrechan a tales personas
en sus brazos de amor, sosteniéndolos a través de horas de prueba y aparente
fracaso, hasta que los individuos tienen éxito y otra expresión de la Santa
Voluntad de Dios se hace disponible para el beneficio de la raza.
* *Chela: es todo estudiante de un maestro ascendido que
está totalmente dedicado a una causa maestra, y que diariamente dedica una
porción de su tiempo libre a esta santa misión.
Por Sandra Graciela Gallo Selva –
http://ashramvirtual.blogspot.com/
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