- ¡Hola sobrepeso! eres la solución simbólica que ha desarrollado mi inconsciente ante ciertos conflictos emocionales que todavía no he logrado sanar.
- Si mi conflicto es con la herida de abandono, tu provocas que mi cuerpo se vuelva más grande para ser más visible ante la persona que me abandonó, o con quien me vi forzada a separarme, ante la esperanza inconsciente de que así lograremos reencontrarnos más fácilmente.
- Si mi conflicto es la humillación o el maltrato, tu construyes una armadura de grasa sobre mi cuerpo para que los golpes físicos o psicológicos que descarguen contra mí queden amortiguados y no puedan dañar tan fácilmente mi corazón sensible.
- Además, al provocar que mi cuerpo aumente de tamaño simbólicamente es un intento también de amedrentar a quien me quiere agredir para evitar que lo intente, o porque una parte de mí disfruta imponiéndose físicamente ante los demás aunque no quiera reconocerlo.
- Puedes representar un peso que cargo precisamente por tener que aguantar a una o varias personas que me resultan especialmente pesadas, y entre ellas muy en especial a mi madre real o simbólica, cuando sufro su excesivo control sobre mí o sus impedimentos a la hora de vivir mi propia vida.
- Puedes ser un recurso si me encuentro en una relación de pareja en la que no soy feliz para evitar que aparezca otra persona que me pueda atraer, al no sentirme atractiva me dificulto atraer a otras personas y así permanezco junto a mi compañero a pesar de que ya no me atraiga él como me atrajo en el pasado.
- Y si no tengo pareja puedes ser mi recurso para descartarme al respecto, para creerme que no puedo gustar o atraer y mantenerme más a salvo de las relaciones, sobre todo si en el pasado me rompieron el corazón o si mi familia necesita que viva únicamente centrado en ellos.
- También puedes localizarte en zonas determinadas de mi cuerpo para protegerlas si temo que sean agredidas sexualmente, o bien porque fue lo que me sucedió en el pasado, o bien porque cargo memorias de mis antepasadas de abuso o de violación, porque cuanto menos atraiga sexualmente menos riesgo hay de ser abusada.
- Respecto a otras mujeres, tal vez temo ser demasiado envidiada o incluso rechazada si me consideran una rival o si se sienten desvalorizadas a mi lado por mi físico, de modo que manteniéndome con sobrepeso evito el peligro de que compitan conmigo, de que me traten mal o de que hablen mal de mí a mis espaldas.
- Pero sobre todo eres un escudo contra mí misma, y contra todo lo que puedo pensar y decirme cada vez que me miro al espejo al despreciarme cuando no me gusta la imagen que reflejo, sin darme cuenta que con ello genero que mi propio cuerpo se vuelva más grande todavía para amortiguar mi propia auto agresividad.
- ¡Hola sobrepeso! de mi depende seguir mortificándome con dietas austeras, obsesionarme con el ejercicio físico, o directamente abstenerme de comer para luego sufrir un efecto rebote, o profundizar en todo lo que me representas emocionalmente para consolar el dolor de mi corazón, cerrar heridas, sanar internamente mis vínculos con la familia y sentirme por fin a gusto con mi propio cuerpo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario