La búsqueda del verdadero Amor en otra persona es una necesidad vital en cada uno de nosotros, que llega a buen puerto cuando descubrimos que somos la fuente de todo.
La búsqueda del Amor en otra persona es una necesidad vital en cada uno de nosotros. El Amor, como energía universal, permea cada una de nuestras esferas de acción y es parte fundamental de nuestra esencia interna.
En nuestra vida moderna intentamos encontrar el Amor en las más variadas formas: Creyendo que existe una media naranja que vendrá a completarnos y solucionar nuestros conflictos internos; yendo de una pareja a otra, porque, simplemente, no podemos estar solos o bien buscando diversos sustitutos de Amor, pudiendo llegar, en ocasiones, a conductas erráticas y poco saludables para nuestro equilibrio interno.
Por supuesto, es tremendamente natural y esperable estar en pareja. Ahora bien, cuando la sociedad nos presiona o cuestiona por el hecho de no estar enamorados o no tener una familia constituida a determinada edad, podemos reaccionar de dos formas: Una de ellas es sentirnos angustiados y buscar, de forma casi desesperada, a alguien que llene ese vacío interno y social; la otra es, simplemente, ir hacia adentro y comenzar a ordenar nuestro crucigrama sentimental.
Aprender a amar
Estar enamorados es una de las experiencias más felices que podemos vivenciar.
Cuando lo estamos, nos sentimos fuertes, vibrantes, empoderados y agradecidos por todo lo bueno que nos rodea en ese momento.
El punto está cuando ciframos demasiada expectativa en la otra persona y nos comenzamos a abandonar a nosotros mismos.
Si bien es natural la entrega casi incondicional en etapas iniciales de la relación, llega un momento en el cual los rasgos 100% humanos de la otra persona comienzan a aflorar y, del mismo modo, lo hace nuestra capacidad de reaccionar frente a ellos.
Muchas veces decimos que amamos sin esperar nada a cambio; pero, en realidad, ocurre lo diametralmente opuesto. Solemos poner decenas de condiciones para que la relación de pareja sea como nosotros la deseamos; nos desilusionamos si no obtenemos lo que esperábamos o nos damos cuenta de que la otra persona puede cometer muchos errores, mostrando matices antes desconocidos y poco gratos para nosotros.
Es así como la relación se va desgastando lentamente y vamos perdiendo el norte, sufriendo a nivel físico y emocional.
Aprender a amar implica cultivar un espacio de Amor que sea tanto más grande que el dirigido a una sola persona.
Cuando descubrimos que somos Amor en movimiento constante, la perspectiva se despliega y comenzamos a encontrar la plenitud desde nuestro interior.
El Amor está en las cosas más simples: En el Amor a la vida, en nuestras pasiones y logros; en la salud que nos acompaña día a día y en cada uno de los aspectos de apreciación que, desde este momento, podemos comenzar a desarrollar en nosotros.
Es, entonces, desde esa panorámica, donde obtenemos mayor claridad, pudiendo dirigirnos, con determinación, a abrazar nuestra relación actual.
“¿Es realmente esto lo que quiero para mi?” constituye una pregunta clave. Cuando hemos llegado a un punto en el cual es tanta la lejanía entre ambos y es tan evidente la falta de amor -no solo presente en la relación de pareja, sino en la relación con nosotros mismos- que, sin duda alguna, necesitamos dar un paso más allá y expresar lo que realmente sentimos.
En este proceso, podemos sentirnos comprendidos o no y, cuando esto último sucede, es necesario soltar y tomar un nuevo rumbo.
Nuestro verdadero Amor.
Una de las lecciones más duras de aprender es ésta: “Nadie nos brindará más Amor que el que nos brindemos nosotros mismos”.
La búsqueda del verdadero Amor llega a buen puerto cuando descubrimos que somos la fuente de todo Amor y que, al estar en un estado de tranquilidad y realización interior, ya no sufriremos por estar solos.
Eventualmente puede llegar (o podemos conocer), en el momento más inesperado, una persona que logre complementar nuestra visión de vida, nos acompañe y fortalezca nuestro camino.
A veces, puede que esto no suceda y así sigamos solos por un buen tiempo.
Frente a eso, la invitación es a no ser mezquinos y a desplegar todas las clases de Amor que tenemos para entregar al resto.
Porque todo, finalmente, sigue siendo Amor, y nosotros, hasta el último día, seremos nuestros mejores compañeros.
FUENTE:
https://t.me/arcoiris144
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En mi blog, encontraras temas para tú propio crecimiento interior.
Si has llegado hasta aquí no es por casualidad.
Tu decides si deseas quedarte....
Gracias por Ser y por estar.
Reciban ahora mis bendiciones en AMOR Y SABIDURÍA DIVINA.
Milton Ballesteros
Maestro de Reiki
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